top of page

Lo que necesitás saber para poder decir que no y poner límites

  • Foto del escritor: María Cad
    María Cad
  • 5 mar 2019
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 15 mar 2019

Te cuesta decir que no, decís que sí por compromiso o para que no te molesten, nadie te escucha ni te ayuda, te pasan por encima, no sabes pedir lo que querés o lo terminas haciendo de mala gana, o te sentís impotente y paralizada.


Si estás harta de vivir así, si los abusivos/invasivos te persiguen, vamos a ir a la raíz. ¿De acuerdo?


Decir no
<head> <meta property="og:type" content="article" /> <meta property="og:title" content="Poder decir no" /> <meta property="og:description" content="Decir que no y asertividad. Causas mas profundas de no poder decir no. Abuso. Silencio. Infancia disfuncional" /> <meta property="og:url" content="https://mariachad.wixsite.com/misquisonco/blog/poder-decir-que-no-y-poner-limites" /> <meta property="article:author" content="María Cad" /> </head>


Primera aproximación: autoestima y asertividad


La primer aproximación a la raíz de porqué no podés decir que no y poner límites es la de la autoestima, el sentido del valor propio y la falta de asertividad. Asertividad es defender tus derechos y expresar tus opiniones, respetando a los demás y sobre todo respetando tus propias necesidades. Es una habilidad que con práctica y observación puede desarrollarse.


Pero, qué pasa cuando…

  • No creés que tengas derechos, ni mucho menos que sea correcto defenderlos.

  • No creés que valga la pena expresar tus opiniones o que tus pedidos vayan a ser escuchadas.

  • Ni siquiera distinguís tus necesidades y deseos reales de aquello impuesto.

  • Ni siquiera se te ocurre que defender/expresar/respetarse existan

Aquí es cuando hace falta un tratamiento que identifique y cambie esos patrones desde su origen más profundo y lejano.



Entendiendo el origen más profundo


Hay 3 posibles orígenes que he visto que se repiten cuando las personas quieren sanar la incapacidad de decir no y poner límites, y tienen relación principalmente con el abuso (no haber podido decir que no, no haber podido defenderse), y en menor medida con el silenciamiento y/o el sentido de fatalidad.


0- Creés que no tenés poder personal, que el destino no se puede cambiar, que dios está arriba en las nubes, que la vida es sufrir y que el humano, vos, es una animal destructivo y defectuoso. Creerte separado de Dios, que naciste impuro e indigno, es aniquilador y te anula. Pero sos todo lo contrario: sos parte de Dios, a imagen de Dios, y tienes el mismo poder para actuar “en la tierra y en el cielo”, sin intermediarios. Esta no es una causa de no poder decir que no, pero sí de no poder emprender la sanación de cualquier problema en cualquier sistema, incluso en los tratamientos convencionales.


1- Infancia en soledad, desprotección, asumiendo una responsabilidad mayor a tu edad, o bajo padres narcisistas o sufriendo bulling en la escuela. Aquí aprendés y creés que: lo que vos quieras o necesites no tiene importancia, lo que digas será usado en tu contra, mejor te hacés invisible para no ser un problema, te desvivís por los demás para ganarte su amor.


2- Memorias de abuso que se transmiten en el árbol familiar, en vidas pasadas o en la actual: incesto en las familias, violaciones, abuso y violencia física, emocional o económica. Es la principal causa que he visto en los tratamientos. El ancestro o vos fueron forzadas a hacer algo que no querías, no pudiste defenderte, te amenazaron para que lo hicieras o no lo denunciaras.


3- Improntas de otras vidas de peligro de muerte por decir lo que se quiere o piensa. En otras vidas seguro habremos andado en la Edad Media y por cualquier motivo podés haber sido cazada y muerta en la hoguera. O más aquí con tantas guerras, campos de concentración y dictaduras puedes haber sido torturada o desaparecida. También puedes haber estado en conventos, sectas, monasterios y haber hecho votos de silencio o secreto. O un originario, teniendo que negar tu cultura y tu lengua para que no te mataran. Así que simplemente no podés hablar, contar lo que te pasa, decir lo que sentís y pensás, contar lo que sabés. Ni se te ocurre, o tenés un nudo instalado en la garganta y sentís un terror irracional a la crítica. Esto te afecta en otras áreas como autoexpresión, creatividad, visibilidad, exposición, crecimiento y éxito profesional, entre otros.


Un corte en limpio


Algo muy común que tenés como humano occidental es pensar que explorar el inconsciente es algo complicado, porque implica la mente. Pero como verás, el origen puede estar incluso fuera de esta vida, mucho antes. ¿Y cómo llegamos allá?


La única máquina del tiempo es nuestra propia capacidad cuántica de “situarnos” en otro tiempo-espacio. Probá esto: tomá una foto que te recuerde un evento especial y decime si cerrás los ojos y no sentís exactamente la misma emoción y tus sentidos perciben lo mismo que ese momento. Para las células y el alma siempre es el presente.


Gracias a esta capacidad podés ir al momento, lo recuerdes o no, y borrar la situación traumática, el juramento, la emoción-pensamiento que grabó la creencia y el lazo que te ata a otras almas en sufrimiento.


Las técnicas ancestrales y metafísicas más refinadas (sin fetiches ni rituales) se basan en esta capacidad cuántica y en el poder de la intención. Sin intención pura no hay resultados. Porque capaz que decís que querés cambiar, querés sanar, pero tenés miedo a que tu vida cambie demasiado, a tener que dejar partir personas y actividades, a tener que aprender cosas nuevas.


Si es tu tiempo de sanar de raíz escribime para conversar y evaluar cómo te puedo ayudar.


Si estás en camino, suscribite para recibir las novedades e inspiraciones que semanalmente compartimos en la comunidad Misqui Sonco.


Compartí el artículo si te ha servido y crees que le puede servir a un amigo. Y dejá tu comentario si quieres contarme cómo el artículo te sirvió.



Entradas recientes

Ver todo

Comments


© 2018 por María Cad a través de Wix.com

bottom of page